[ACTUALIZACIÓN] Se adelanta la fecha del acto al jueves 13 de mayo.

La Comuna de París fue un acontecimiento fundamental para el movimiento obrero. Era la primera vez que los trabajadores ejercían el poder. Por primera vez, un gobierno del proletariado ya no actuaba en interés de la minoría privilegiada que dominaba la sociedad, sino en interés de la mayoría de la población. Eso fue una verdadera revolución.

La Comuna viene de lejos. Los hombres y mujeres que formaban la Comuna ya tenían una gran experiencia en las luchas sociales y políticas. La industrialización que se acelera en la segunda mitad del siglo XIX da lugar a un proletariado cada vez más numeroso que aprende a organizarse mediante huelgas y conflictos. En 1871, ya era heredera de varias revoluciones: 1789, 1830 y 1848. Pero en cada caso, los trabajadores hicieron las revoluciones con su sangre y fueron los advenedizos, los republicanos y los burgueses quienes se aprovecharon de ellas. Estas duras lecciones están arraigadas en la mente de la gente mientras se acerca una nueva revolución.

Cuando se proclamó de nuevo la república en 1870 en un contexto de guerra, la cuestión del tipo de república se planteó desde el principio. ¿Una república de ricos o una república de trabajadores? La Comuna comenzó el 18 de marzo de 1871. Muy rápidamente, en las cuestiones del trabajo, la escuela, la vivienda, la Iglesia, la policía, etc., las medidas que se tomaron fueron desde el punto de vista de los trabajadores. Para imponer sus medidades los parisinos no recuperaron las viejas instituciones, crearon su forma de gestionar la sociedad apoyándose sobre la población armada y la iniciativa de todos y todas en los barrios, las fábricas, las escuelas y los dispensarios.

Sus pocas semanas de existencia le impidieron llevar todos estos proyectos más allá del esbozo, porque la Comuna, aislada, fue rápidamente atacada por el ejército de aristócratas, terratenientes y banqueros: el ejército de los versalleses. En total, la Comuna duró 72 días, acribillada en el aire. Tras semanas de bombardeos y combates, los versalleses consiguieron entrar en París. Durante la Semana Sangrienta, del 21 al 26 de mayo de 1871, masacraron a miles de comuneros.

La comuna, a pesar de sus dificultades y de su límite de tiempo, fue un hito esencial en la historia del movimiento obrero: demostró que los trabajadores podían dirigir la sociedad por sí mismos y que esa era la única forma de resolver sus problemas.

Para hablar de todo esto contaremos con la Doctora en Historia Contemporánea Dolors Marín y con nuestro compañero Hubert Ricordeau. El evento será transmitido por youtube el jueves 13 de mayo a partir de las 19:00.

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